Todo va muy despacio como en una condena, atado de pies y manos con la misma cadena.
Como a cámara lenta va pasando la vida, sin pena ni gloria, sin ninguna prisa.
No me dijeron que esto sería tan malo, no había pasado un día tan desesperado.
Y todo está revuelto, como cabeza abajo. Nada esta en su sitio, como un secreto escondido.
Voy avanzando en el tiempo sin moverme de sitio, sin saber hasta cuando, sin saber porqué.
Cuando las aguas del río vuelvan a su cauce.
Cuando la luna se esconda entre las estrellas.
Me bastará con poder respirar aire puro.
Me bastará con volver a escuchar a un pájaro cantar.
